La llegada de los sobrevivientes de la Shoá a Uruguay a través de la orden Ministerial del 25 de enero de 1946.

Enfoque

Entre 1933 y 1945 se llevó a cabo en todos los territorios del Tercer Reich y de sus aliados, la Shoá de los judíos de Europa la cual terminó convirtiéndose en un simbolismo de todos los genocidios perpetrados contra la humanidad.

Luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial los sobrevivientes de la Shoá corrieron suertes muy diversas. Buena parte de ellos enfermos y extenuados por los trabajos forzados realizados en los campos de concentración o por las largas marchas de la muerte debieron permanecer en centros hospitalarios recuperándose de sus heridas físicas -las psicológicas los acompañarían toda su existencia- o en campamentos de refugiados. Más tarde, una vez recuperados algunos optaron por regresar a sus antiguos hogares y otros prefirieron continuar sus vidas en nuevos destinos. Para quienes intentaron volver a sus lugares de origen se les hizo dificultoso porque sus hogares ya no existían o habían sido usurpados por sus antiguos vecinos. Por otro lado para quienes tuvieron que recurrir al camino de la emigración las opciones eran reducidas ya que Europa no era el destino más idóneo por la destrucción vivida durante la guerra, Estados Unidos continuaba manteniendo sus políticas migratorias restrictivas y la Palestina británica no admitía llegadas importantes de sobrevivientes. Con respecto a Iberoamérica las políticas migratorias fueron ambiguas. En el caso de Uruguay uno de los principales destinos de las migraciones judías, por ejemplo, se tuvo en cuenta la situación de los sobrevivientes de la Shoá con familiares residiendo en el país y se agilizó su entrada a pesar de la legislación inmigratoria restrictiva imperante con una nueva medida tomada a través de la Orden Ministerial del 25 de enero de 1946 (OM/1946).

El presente estudio tiene como propósito presentar las nuevas disposiciones migratorias focalizadas en agilizar la entrada al Uruguay de los sobrevivientes de la Shoá y los perfiles sociodemográficos de quienes se acogieron a la nueva reglamentación de entrada utilizando para ello las bases de datos del Archivo Histórico y Diplomático del Ministerio de Relaciones Exteriores y las listas de pasajeros de barcos de ultramar de la Dirección Nacional de Migración.

El enfoque metodológico utilizado es el mixto a través del cual se combinan las técnicas de investigación cuantitativas – bases de datos- y las cualitativas -entrevistas y análisis de contenido de documentos-.

Entre los principales resultados detectados del estudio se pudo observar como se acogieron a la OM/1946 1946 unos 1.000 judíos europeos de diferentes nacionalidades destacando los polacos.  Esta distribución se explica por dos circunstancias. La primera con el hecho de que, a la llegada de los nazis al poder, la población judía de Europa vivía de forma mayoritaria en Europa Oriental, principalmente en Polonia. La segunda con el origen comunitario de los familiares radicados en Uruguay encargados de realizar la solicitud de entrada de los sobrevivientes quienes también provenían de Europa Oriental.  Otro dato a destacar es con relación a la edad. La mayoría, se encontraban comprendidos en las franjas etarias de los 20 a los 50 años, es decir, quienes habían sido utilizados como mano de obra forzada.